La
chacarera es una especie folclórica que se toca y se baila en todo el país. Santiago del Estero la adoptó como un sello de su identidad. Allí se baila espontáneamente en todas partes, niños y ancianos, todos zapatean al compás del inconfundible bombo legüero.
La raíz rítmica de las chacareras es común a una de las especies folclóricas tanto argentinas como latino-americanas. Se habla de la chacarera como un género mestizo y es por eso que es i portante comprender sus orígenes.
La chacarera es un género que pertenece a una gran familia que algunos musicólogos lo llaman
"zamacueca" que se infiere que se fue constituyendo a lo largo del período colonial y que es heredera de diversas tradiciones. Y a su vez, la chacarera es una estructura rítmica que también podemos suponer que hereda en gran medida algunos desarrollos que probablemente vengan de África (la herencia d ellos esclavos traídos a lo largo del período colonial).
África, Europa, América y con el tiempo, la chacarera
La gente que provenía de África traía la música natural del ser humano que en la antigüedad era usada para cosas diarias, en el trabajo, en ceremonias diarias como la vida, y la percusión tan importante.
En Europa esto no sucedía. No había percusión. Los tambores y parches provenían de África.
En el siglo XVIII, los conquistadores españoles, trajeron esclavos africanos, o del Perú, para trabajar como mano de obra de la construcción de la Ciudad de Santiago. El territorio de Santiago del Estero se volvió un lugar donde convivían conquistadores, indígenas y una gran cantidad de población africana esclava.
Toda la música de América desde Norteamérica hasta la Patagonia es prácticamente un resultado de la fusión de las tres culturas que convivieron (conquistadores, pueblos originarios y africanos). Esta fusión fue diferente en los distintos lugares, y por eso hay sitios con diferentes influencias de las 3 culturas. En el caso de la chacarera, según dicen, el origen viene de la Marinera Peruana.
Cuando comienza la fundación de la ciudad de Santiago de Estero, que es la ciudad más antigua de la Argentina, lo hacen por el camino real de Limay, por el cual son traídos los esclavos. En el camino los africanos encuentran árboles y animales muertos de donde obtienen madera y cuerpo para hacer los primeros tambores, hasta llegar a contribuir el bombo.
Bombo legüero: consta de dos parches o membranas sujetas a una caja o cilindro de madera, los cuales se percuten directamente con mazos forrados de cuero llamados palillos. El nombre de bombo legüero proviene de sus virtudes sonoras: su retumbar se escucha hasta 2 leguas (5 km).
Todas las músicas que descienden de Perú, muchas de ellas presentan un compás de 3/4 con la particularidad que el acento está en el 2do y en el per tiempo. Ahí se tiene una chacarera que venía de un matiz más peruano. En definitiva todas las músicas tienen una polirritmia de 6/8 y 3/4. Y el 3/4 corresponde a 1-2-3. Y eso solo, ya remite a la chacarera.
En la siguiente figura se observan los pasos de la chacarera.
Cada zona de la Argentina va tomando un matiz particular pero la acentuación es un denominador común. La chacarera, la cueca, la zamba todas siguen el 1-2-3, 1-2-3, "nananananananana". Es como una huella "NANANANANANANANANANANANANA". O sea que hasta la provincia de Buenos Aires llega la misma matriz rítmica.
La zona con más difusión de la chacarera es el noroeste argentino, Salta, Tucumán y en especial Santiago del Estero.
Como en las antiguas tradiciones africanas y nativas, en Santiago del Estero la música sigue siendo parte de la vida cotidiana.
La danza de la chacarera es ágil y se baila en pareja suelta, tiene una coreografía de giros y vueltas que siguen la música, pero da vuelo también a los bailarines para jugar e improvisar los movimientos.
La chacarera, tal como la conocemos, tiene una forma definida: tiene 3 estrofas y un estribillo separadas por un interludio. Básicamente es un compás de 3/4 y un acompañamiento de 6/8 en la melodía. En la melodía por ahí resulta más fácil para transmitiré o escribirla o leerlas en 6/8. Sin embargo, se acentúan en 3/4: 1-2-3, 1-2-3, 1-2-3, 1-2-3.
Pero la mayoría de las chacareras tienen estrofas con 8 compases y los intermedios tienen 6 u 8. Los bailarines ya saben eso, y cuando son 6 compases solo dan una vuelta más corta. Y también existe la chacarera doble, que en lugar de 8 compases tienen 12 compases. La diferencia entre la chacarera trunca y la no trunca es que la trunca empieza en el primer tiempo y termina en el tercero. En cambio la que no es trunca empieza en el tercer tiempo 1-2-3 "para que quiero vive con el corazón deshecho, para que quiero la vida después de lo que me has hecho..."; ésta termina en el primer tiempo y según dicen las chacareras, las más antiguas eran truncas porque terminaban en el tercer tiempo.
Tradicionalmente la chacarera se toca con el bombo legüero , violín y guitarra. El uso de las cuerdas y su poética de sílabas ordenados en cuartetas son herencia de la cultura española.
Se dice del bombo legüero que es el hito del bombo latino.
Al bombo latino lo usaban las culturas prehispánicas con cuero de chivo o cabra y sin aro. Con la llegada de los tambores militares españoles se le incorpora el aro de madera y los tensores. El bombo no nace como instrumento musical, sino que nace como medio de comunicación. Eran bombos grandes. Y legüero proviene de legua que es "distancia". Se golpeaban los tambores, y de acuerdo a los tipos de golpes, los que estaban a leguas de distancia sabían que es lo que sucedía en el pueblo. Por ejemplo, si habían carneado, si había un baile o si había un velorio.
A raíz de las migraciones internas de mediados del siglo XX, la chacarera fue llegando a Bs. As. En Buenos Aires había trabajo y la posibilidad de comercializar y difundir las músicas nacionales.
Los músicos que llegaron a la ciudad de Bs. As. en busca de trabajo trajeron consigo la música de su tierra, la chacarera, Debido a esta afluencia, la chacarera fue tomando renombre en las voces de los hermanos Ábalos, los Carabajal y los hermanos Simón, entre muchos conjuntos.
La chacarera, para el santiagueño, es un elemento natural de la vida diaria y cotidiana y lo vive así, en el ámbito más cercano, que es la propia casa, y así es que surgen las historias musicales de Santiago que han sido siempre familia como los hermanos Diaz Ábalo, Juarez, Toledo, Jimenez, Simón, siempre se han dado de conocer así en familia.
La chacarera, que andaba huérfana, el santiagueño la recibe, la mima, la cuida y cuando se expresa es diferente, porque la chacarera tiene energía propia que descubrió el santiagueño.
La poesía de la chacarera fue variando con el tiempo. En esos tiempos trataban temáticas más vinculadas con el paisaje y la vida cotidiana de los músicos. Sus temas a veces se trataban con tono picaresco.
Paisaje, costumbres y cosas de amor picarescas, no? Esa eran las características de las letras de las antiguas chacareras. hasta que en un momento dado el pueblo santiagueño se tiene que ir de Santiago, porque la historia política así lo establecía y así lo empujaba al pueblo santiagueño a tener que irse. Y empiezan a aparecer las chacareras que hablan de ese desarraigo, de esa tristeza, de esa nostalgia, por estar lejos del lugar.
Y entonces aparece Bandeño que es quien más ahonda en profundidad en ese desarraigo y manifiesta su añoranza.
La chacarera transitó largo camino en su poética. Es así que hoy también refleja las inquietudes del hombre y su existencia.
De pasaje a un país que ha sido netamente rural y cuya impronta era todo el campo; después, cuando se comenzó a industrializar y la gente llegó a la ciudad empezó como más cosmopolita todo y una influencia muy grande de ciertas músicas que, favorecidos por los medios de comunicación, sin proponérselo, influenciaron tanto a autores como compositores.
Siempre hay un cambio, pero si hay una cosa que siempre le sucede a la cultura, es que no es estática, sino dinámica. Entonces para bien o para mal, va cambiando.
La chacarera es desde su origen un género mestizo y de confluencia. Estos encuentros que nutrieron su ritmo, son el motor que mantienen la chacarera en permanente búsqueda, en permanente movimiento.